viernes, 12 de septiembre de 2014




El kitch marca en el mapa de la cultura popular el límite donde lo espurio sustituye al artesanado y a la tradición comunitaria consiguiente. Industria del espectáculo, turismo transnacional a costa de la devastación planetaria, pensamiento único, cumplimiento del orden imperial de expropiar fuentes energéticas, biodiversidad, agua y minerales , están detrás de la hotelería, las presas gigantescas que año con año son desbordadas para inundar poblaciones enteras, los campos de golf destructores del ambiente y de los campesinos, todo ello con anuncios promocionales donde modelos anoréxicas se mueven como serpientes entre indios en acciones ceremoniales frente al mar, cascadas, centros ceremoniales o desiertos sugerentes; esto es lo que el Estado globalizador plantea como tradiciones. En Manzanillo, y para contentar a sus cruceros y sus divisas, una abstracción intrusa de Sebastián, que como todas sus enormes esculturas rompe la unidad urbana y el paisaje sobreviviente, es vecina de un monumento a Snoopy en honor a su creador que por ahí vacacionó. Un grupo de jovencitas recibe a los turistas con danzas nada regionales sino hawaianas,con todo y collares de flores para los cuellos de los turistas azorados ante la ridiculez, pero conmovidos por la ingenuidad obsequiosa de los nobles salvajes. El rito colonial de intercambio de oro y de jade por cuentas de colores y espejitos se actualiza.
Alberto Híjar Serrano.
La praxis estética
Dimensión estética libertaria

No hay comentarios.:

Publicar un comentario